El confinamiento en los hogares hondureños, provocado por la pandemia de la COVID-19, ha sido
desfavorable para las mujeres hondureñas. Al menos eso es lo que evidencian las estadísticas del Sistema de Emergencia Nacional 911, que revelan que desde enero hasta junio casi 50 mil personas denunciaron ser víctimas de violencia doméstica e intrafamiliar.
Esas cifras han expuesto el otro lado de la crisis producida por la pandemia, la crisis del machismo y de la irresponsabilidad de muchos hombres que en medio de las medidas de distanciamiento social agreden mujeres, hijas e hijos, atentando así contra el derecho de un espacio seguro en el hogar. En 2019 más del 93% de las víctimas fueron mujeres.
Datos del 911 revelan que en las denuncias de violencia doméstica e intrafamiliar en 2017 fueron 50,231, en 2018 se registraron 72,600 y en 2019 la cifra ascendió a 94,720, lo que evidencia un fuerte incremento en la cantidad de denuncias en los últimos tres años y todo apunta a que 2020 no será la excepción ya que se totalizan casi 50,000 denuncias en la primera mitad del año.
Es por eso que la Asociación Calidad de Vida lanza la campaña “Mujer, No Estás Sola” #MujerNoEstásSolaHN, que entre otros objetivos busca, promover espacios seguros en el hogar, mediante una distribución equitativa de tareas, donde todas y todos colaboran y se apoyan mutuamente.
Esta campaña deprevención, concienciación y de unidadva dirigida a toda la sociedad, para que desde una visión estructural se aborde el problema de la violencia doméstica, de manera particular los efectos que genera, y la responsabilidad de todos y todas de no dejar solas a las víctimas.
Esta campaña se realiza en el marco del proyecto “Voz y Liderazgo de las Mujeres -Honduras (VLM)” implementado por OXFAM y realizado con el apoyo financiero del Gobierno de Canadá.
La realidad que ha expuesto el confinamiento y las denuncias recibidas en los canales oficiales es que la
violencia doméstica no distingue clase económica, raza ni religión.
Y es que la violencia contra las mujeres no son solo golpes, también pueden ser palabras, gestos y acciones que dañan su dignidad.
Por ejemplo, el hecho de pensar que la mujer es la que tiene la responsabilidad exclusiva de lavar platos, barrer, trapear o cuidar los hijos; es una agresión. La violencia doméstica no es un juego… ¡Es un delito!
La Asociación Calidad de Vida es una organización sin fines de lucro, con una trayectoria de más de 24 años protegiendo la vida de mujeres y niñas víctimas de violencias, entre ellas la doméstica e intrafamiliar.